La imagen del cazador
En la revista cinegtica «Feder Caza de Octubre de 2024» , hace eco de la problemática que ocasionan las malas praxis venatorias sobre la imagen del cazador.
Octubre: una nueva oportunidad para el fair play cinegético. El hombre cazador occidental, aunque se coma lo que mata, no caza para comer. Sus motivos son otros y no siempre todo lo legítimos que debieran. De ahí que los cazadores estemos, en más ocasiones de la cuenta, en boca de una sociedad cosmopolita que, en la caza, no ve más allá de la muerte cruenta de un animal que no ha hecho nada por merecerla. Si a este mal punto de partida le añadimos una mala praxis venatoria, estaremos dándoles la razón a quienes nos tienen, paradójicamente, en su punto de mira. Comenzar la temporada en octubre haciendo un ejercicio de honestidad cinegética, desterrando ciertos comportamientos que claramente quedan fuera del fair play venatorio, es una oportunidad que no debemos dejar escapar. (Texto: Luís García García)
El cazador se ha convertido en un consumidor compulsivo de nuevos dispositivos que nos hacen más fácil cazar. Algunos de estos gadgets nos ayudan la práctica cinegética y responden a una necesidad. Otros gadgets tecnológicos podrían quedar en entredicho dentro de este juego limpio, hablamos de reclamos artificiales, aromas, dispositivos térmicos y un largo número de productos que la industria pone al alcance de cualquiera, que puden ser utilizados con mala praxis y dañan la imagen del colectivo de cazadores.
El abandono de los cartuchos vacíos, es una de estas malas praxis extendida en la sociedad de cazadores, a pesar que la ley de caza obliga a recogerlos y existen en el mercado dispositivos que las recogen sistemáticamente al ser disparadas como el caza vainas Recovain. Muchos de estos cazadores frente a la barra de un bar se les llena la boca de ética y dicen ser respetuosos con el fair play cinegético. Otros se jactan de no recogerlos y hacer trampas. Otras veces no se pueden recoger debido a la orografía del terreno. De un modo u otro nuestros campos están llenos de vainas abandonadas y la inmensa mayoría no se recogen. ¿Hablamos de fair play, donde está el juego limpio?. ¿Por qué no se remedia?
Hecha la Ley hecha la trampa; en distintas comunidades no recoger las vainas disparadas puede suponer una infracción grave o leve, ni siquiera se ponen de acuerdo en esto. Mientras hordas de los mal llamados animalistas nos denuncian continuamente por este hecho.
Ha llegado la hora de que el colectivo de cazadores nos pongamos las pilas y nos tomemos muy enserio acabar con este problema.”
La ética en la caza debe ser siempre exigible y racional”.
“Sólo así podremos mirar al campo a la cara sin que la nuestra se nos caiga de vergüenza”.
